Los colores cálidos van desde el amarillo al rojo, y ciertos tipos de verdes. También se incluye la gama de tonos pastel, que sugieren delicadeza, feminidad, hospitalidad y amabilidad. Los matices con predominio de rojo, por otro lado, sugieren poder, riqueza, vitalidad y estabilidad. Los ideales para temperaturas altas.
Por su parte, los colores fríos van desde el verde al azul oscuro, morado y marrón. Estos tonos absorben la luz del sol por ser más oscuros, por lo que son ideales para las temperaturas bajas. En matices claros sugieren delicadeza, frescura, descanso y paz; y en matices oscuros vitalidad, riqueza y estabilidad.
Cuando se comparan estos colores con los diferentes tonos de piel, se reclasifican en cuatro grupos que representan a las cuatro estaciones del año.
El grupo que representa el otoño irradia en colores cálidos e intensos, con tonos dorados de fondo. La primavera se caracteriza por colores suaves y delicados, con cálidos tonos amarillos. El invierno necesita colores vivos, primarios y fríos, mientras que el verano necesita colores pasteles y colores suaves con tonos fríos y azulado.
El color de la piel es el factor más importante a la hora de determinar los colores de una persona. El tono está dado por la mezcla de tres pigmentos: la melanina (marrón), la carotina (amarillo) y la hemoglobina (rojo).
Para identificar el color correcto, éste debe suavizar y aclarar la complexión de la cara, las líneas de expresión y las sombras. La cara debe verse saludable, reflejando un tono natural en las mejillas que hace que la misma “reviva”. Pero si este le da un efecto pálido a la cara, o la amarillea, acentúa zonas de la cara que tienden a endurecerse como ojeras, laterales de la nariz, y líneas de expresión alrededor de la boca, entonces el color es el incorrecto.
Con esto en mente se irán probando los diferentes colores de la paleta que permitirán identificar el grupo de colores que mejor le quedan al cliente y con cuales debe trabajar para realzar su estilo y belleza.
Una vez determinado el grupo principal de la colorimetría personal, y con la ayuda de una pantonera de colores, la persona debe usarlos en prendas y accesorios que vayan cerca de su rostro. Con esa práctica, siempre realzará su belleza y su imagen personal.